Cabecera

Cabecera

viernes, 29 de marzo de 2013

{# ¿Te puedo pedir una cosa?

—¿Te puedo pedir una cosa?
—Sí, dime...
—No te acostumbres a mí.
—¿Cómo?
—Que no te acostumbres a mí, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad matutina, ni a mis sonrisas en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a que te ayude con los deberes, ni que hablemos de tus problemas, ni a que te escuche con atención. No te acostumbres a como te miro o te dejo de mirar, no te acostumbres a mis mejillas rojas como un tomate cuando te ríes de mí, ni te acostumbres a mi rabia, ni a reírte de las cosas que digo. No te acostumbres… En serio.
—¿Y eso a qué viene?
—A nada, simplemente algún día me cansaré, me iré y echarás de menos esas cosas si estás acostumbrada.

@IsSilvet }

No hay comentarios:

Publicar un comentario